En el mundo actual, alrededor de
210 millones de personas viven fuera de sus lugares de origen, y el 60 % de los
emigrantes del planeta se concentran en países desarrollados.
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS Y SUS
TIPOS.
* Emigrantes e inmigrantes.
Los movimientos migratorios son
aquellos desplazamientos de población que conllevan un cambio de residencia. En
los dos últimos siglos, las migraciones han adquirido una dimensión sin
precedentes. Existen muchas posibles causas, tipos, duración,
características... que se resumen en dos sentidos: movimiento de salida,
denominado emigración, y movimiento de entrada o llegada de población, llamado
inmigración.
La persona que se marcha de su
lugar de residencia es un emigrante para los que se quedan en su lugar de origen.
Esta misma persona es considerada inmigrante cuando llega al país de destino.
* Clasificación de migraciones.
Los flujos migratorios se pueden
clasificar en función de diversos criterios:
- Según el carácter: migraciones
forzadas y voluntarias. Entre las forzadas cabe destacar la trata de esclavos
negros y su traslado de África a América entre los siglos xvi y xix, o las
actuales de refugiados y desplazados. Las migraciones de tipo económico se
consideran voluntarias.
- Según la duración del
desplazamiento: migraciones temporales y definitivas. En las temporales se
produce el regreso al territorio de origen al cabo de un tiempo, mientras que,
en el segundo caso, el emigrante permanece en el país de destino. Un caso
especial son los desplazamientos temporales ligados con la agricultura
(estacionales).
- Según el número de personas que
emigran: migraciones individuales o familiares.
- Según el lugar de destino:
migraciones nacionales (interiores) e internacionales (exteriores). Las
migraciones nacionales son las que se producen dentro del propio país; por
ejemplo, los desplazamientos de la población campesina hacia las ciudades
(éxodo rural) y aquellos que se producen después de la jubilación hacia el pueblo
originario. Las migraciones internacionales son las que tienen como destino un
país extranjero.
CAUSAS DE LAS MIGRACIONES.
Desde su origen, el ser humano ha
realizado movimientos migratorios: primero fue nómada y se desplazaba en busca
de alimento. Hoy, las personas migran por razones muy diferentes.
a) Causas naturales. Las catástrofes
naturales (inundaciones, terremotos, sequías, etc.) pueden motivar
desplazamientos de población.
b) Causas sociales. Son las más
importantes. Se emigra por causas políticas (persecuciones, guerras), por
causas religiosas (expulsión de los moriscos de España, por ejemplo) y, sobre
todo, por causas económicas (existencia de un alto índice de paro en el lugar
de origen, esperanza de obtener mejores salarios, búsqueda de mejor nivel de
vida, etc.).
TIPOS DE MIGRACIONES.
Las migraciones interiores
En la actualidad, las migraciones
interiores difieren entre unas regiones y otras:
En los países en desarrollo
predominan los desplazamientos de campesinos hacia las ciudades (éxodo rural).
En los países desarrollados
destacan los traslados ligados a la jubilación. Se producen desde las grandes
ciudades a zonas con climas y paisajes benignos.
Las migraciones interiores pueden
provocar fuertes desequilibrios regionales, pues gran parte del territorio
queda vacío, mientras que la población y las actividades económicas se
concentran en muy pocas zonas.
Las migraciones internacionales
En 2010, el 3,1 % de la población
mundial, unos 210 millones de personas, viven en un lugar distinto de su país
de origen. El 60 % de los inmigrantes se asientan en los países más
desarrollados; de hecho, una de cada 10 personas que vive hoy en estos países
es inmigrante.
Existen tres flujos claramente
diferenciados:
Personas que se desplazan desde
países menos desarrollados a países desarrollados. La mayor parte son
trabajadores poco cualificados, que se ocupan de labores poco valoradas y mal
pagadas en los países de destino: labores del campo, servicio doméstico,
limpieza, hostelería, entre otras. Estas migraciones están estabilizándose en
los últimos años.
Flujos de personas entre los
países desarrollados. Generalmente, son personas cualificadas que no encuentran
trabajo, buscan mejorarlo o son destinados por sus empresas a trabajar en el
extranjero.
Flujos de personas entre países
poco desarrollados. En los últimos años, son los desplazamientos que más
crecen.
En Europa residen alrededor de 70
millones de inmigrantes. Gran parte de ellos proceden de países del propio
continente europeo, concretamente de la zona oriental. También son numerosos
los inmigrantes que proceden de los países menos desarrollados del sudeste
asiático, África e Iberoamérica.
EFECTOS DE LAS MIGRACIONES
Efectos en los países de salida
Los países de salida de población
son, generalmente, poco desarrollados. En ellos, las migraciones tienen algunos
efectos beneficiosos. Como emigra población joven y adulta es necesario crear
menos empleos, y se reducen el paro y las tensiones sociales. Además, los
emigrantes suelen enviar dinero a sus familias desde el extranjero (remesas),
lo que mejora la calidad de vida de la población residente en el país de
origen.
Ahora bien, asimismo surgen
graves problemas. La estructura por edades de la población se modifica: quedan
los ancianos y los niños, que se crían sin sus padres. También se crean grandes
desequilibrios por sexo: por ejemplo, en los países musulmanes la mayor parte
de los emigrantes son varones. Otros efectos negativos.
Efectos en los países de llegada.
Los países que reciben
inmigrantes son, sobre todo, desarrollados.
La llegada de inmigrantes tiene
algunos efectos beneficiosos en esos países: supone un aumento de la población
joven, en edad de procrear, por lo que se detiene el estancamiento demográfico;
el trabajo de los inmigrantes es fundamental para mantener el desarrollo de la
economía; aumenta la población que paga impuestos, lo que favorece el
mantenimiento del Estado del bienestar; y la sociedad se enriquece con otras
culturas.
Pero la inmigración crea también
problemas: la llegada de cientos de miles de personas en pocos años puede
saturar los servicios educativos, sanitarios, etc., del país receptor, que no
había previsto esta llegada masiva; se hacen necesarias políticas de integración
de los inmigrantes en su nuevo país para evitar su concentración en barrios
marginales y las reacciones xenófobas, políticas que no siempre son las
adecuadas; y se desvaloriza la formación del inmigrante, que es empleado en
trabajos temporales y mal pagados.
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